La tarta de boda es mucho más que un simple postre: es un símbolo de celebración, una pieza central del banquete. Tradicionalmente, se asocia con romanticismo y abundancia y, la elección de la tarta perfecta es una decisión importante.
Con tantas opciones disponibles hoy en día, puede resultar abrumador elegir la que más se adapte al estilo de tu boda y a tus gustos personales. En este artículo exploramos los diferentes tipos de tartas de boda para ayudarte a encontrar la opción ideal para tu día especial.
La tarta clásica es lo que muchos imaginan al pensar en una boda: una estructura de varios pisos, cubierta de fondant blanco, decorada con flores de azúcar o encaje comestible. Suele tener un sabor tradicional, como vainilla con relleno de crema de mantequilla, frutas o mermeladas.
Esta opción es perfecta para bodas formales o tradicionales.Su diseño limpio y elegante la convierte en un fondo ideal para la tradicional foto del corte de tarta. Además, el fondant permite una amplia personalización en términos de textura y decoración.
Las “naked cakes” han ganado popularidad en los últimos años, especialmente en bodas con estilo bohemio, rústico o campestre. Estas tartas no llevan cobertura exterior o apenas una ligera capa de crema, dejando visibles las capas del bizcocho y el relleno.
Su estética natural se complementa a menudo con decoraciones de frutas frescas, flores naturales o hierbas aromáticas como el romero o la lavanda. Además de ser visualmente atractivas, suelen ser más ligeras y menos dulces, una opción ideal para quienes prefieren algo menos empalagoso.
Para quienes desean un toque más refinado sin perder la esencia natural de la “naked cake”, las tartas “semi-naked” son la elección perfecta. Se trata de tartas parcialmente cubiertas con una fina capa de crema, dejando entrever las capas internas.
Este estilo ofrece un aspecto más pulido y elegante sin dejar de tener ese aire artesanal y desenfadado. Además, permite jugar con decoraciones más delicadas, como perlas comestibles, pan de oro o toques metálicos.
Las bodas modernas permiten una libertad creativa sin precedentes, y eso se refleja también en las tartas. Desde diseños inspirados en películas, hasta tartas con formas geométricas, mármol, acuarela o incluso efectos metalizados, las posibilidades son infinitas.
Este tipo de tarta es ideal para parejas que desean romper con lo tradicional y reflejar su personalidad, aficiones o historia de amor a través del diseño.
Otra tendencia muy popular son las tartas individuales. En lugar de una gran tarta central, se sirven mini tartas o “cupcakes” decorados con el mismo diseño, lo que permite una presentación cuidada y práctica.
También puedes optar por una torre de macarons, profiteroles o incluso mini cheesecakes. Esta opción facilita el servicio y reduce tiempos de espera durante el banquete, además de permitir una mayor variedad de sabores.
Al final del día, la mejor tarta de boda será la que refleje la esencia de vosotros como pareja. Ya sea una tarta imponente de cinco pisos o una sencilla “naked cake” con flores silvestres; lo importante es que hable de quiénes son y de cómo quieren celebrar su amor.
No tengas miedo de salirte de lo convencional, de mezclar estilos o sabores, o de dejarte llevar por la emoción de crear algo único. La tarta será uno de los momentos más fotografiados del evento, y con suerte, uno de los más sabrosos también.